En cuanto al TDAH re refiere muchos especialistas han abordado acertadamente la forma como se manifiesta a lo largo de la vida: sus características a temprana edad, durante la infancia, la adolescencia y en la etapa adulta; cuales son sus síntomas principales, sus dificultades y los trastornos coexistentes que en el 70% de los casos pueden acompañar esta condición de vida de la persona afectada mientras se desarrolla.

Pero que pasa con las personas que somos quienes acompañamos al que lo padece, seamos padres, tutores, abuelos, cuidadores, hermanos, parejas, etc., como podemos ayudar a desarrollar estas habilidades que se ven afectadas por el trastorno y que papel debemos tomar cuando respondemos a este desafío: ¿el de atentos supervisores?, ¿escrupulosos observadores?, ¿efusivos animadores?, ¿autoritarios capataces?, ¿asistentes, altamente eficientes?, ¿entrenadores expertos?.

Estas y muchas otras dudas rondan por nuestra cabeza si no tenemos la certidumbre de los obstáculos que tienen que sortear de acuerdo a la etapa de la vida en la que se encuentren. Y es que ya sea debido ala manifestación de sus síntomas y su grado de severidad, podemos llegar a representar todos y cada uno de estos papeles, aunque en muchas ocasiones no sea lo mas conveniente.

Es importante no perder de vista que el TDAH es mas un problema de desempeño que el simple hecho de tener una atención deficiente, el mantener un autocontrol, ser resistente a las distracciones, organizar sus actividades diarias, pensar en las consecuencias de sus actos, tener una adecuado manejo del tiempo, gestionar sus emociones de una forma adecuada, todas estas habilidades que pueden llegar a desarrollar con nuestro apoyo y una buena estructura en el ambiente familiar; estamos hablando que tenemos un trabajo arduo por delante para llevarlos a lograr autonomía y ser funcionales para la vida.

Si hablamos de alguien en etapa preescolar, principalmente tendrá alteraciones del comportamiento, lo que lo lleva a no poder controlar sus conductas; en este sentido, ¿cual seria la estrategia a seguir?. Pues lo mas conveniente que le ayude ha hacer amigos, a jugar con ellos adecuadamente, a tener una mejor convivencia, es decir la que le permita mejorar sus HABILIDADES SOCIALES, y es que un niño con TDAH tiene una gran dificultad para interactuar con niños de su misma edad por tener un retraso de maduración de hasta un 30%, es por eso que hay ciertas funciones ejecutivas que se van desarrollando mas lentamente, pero es muy importante aclarar que su inteligencia es completamente normal.

Cuando pasan de preescolar a primaria, las exigencias aumentan ya que se espera que puedan poner atención por mas tiempo, se mantengan quietos, sentados y puedan seguir las instrucciones para llevar acabo sus actividades, es aquí cuando se empieza a destacar los síntomas propios del trastorno ya sea por que pierden cosas continuamente, no terminan instrucciones o tareas, interrumpen a los compañeros, quieren ser los primeros en todos, es decir, los problemas ya no son solo con las conductas sino que ha esto se le suman problemas académicos, de interacción y por consiguiente de autoestima ¿que se puede hacer en esta etapa?. Fortalecer la estructura antes mencionada pues esto les proporciona una guía que los dirige hacia las conductas que se espera de ellos, y esto es a través de REGLAS, HÁBITOS, ORGANIZACIÓN ESCUCHA EFECTIVA entre otras estrategias que les ayudaran a mejorar estos aspectos.

Al llegar a la adolescencia, la cual es una importante etapa de transición donde empiezan a buscar su propia identidad e independencia, y si a esto le sumamos el padecer TDAH, hace que sus problemas se vuelvan mas complejos, ya que los retos a los que se tienen que enfrentar ya no son solo con la exigencia académica, de interacción social o de autoestima, si no que los problemas conductuales pueden llevarlos a tomar malas decisiones por ir arrastrando estas situaciones adversas.

Lo mas conveniente es fortalecer los LIMITES, la ESCUCHA EFECTIVA, la EMPATÍA y la AUTONOMÍA, así como dar RESPONSABILIDADES y permitir que participen en la forma de algunas decisiones familiares, les ayudara a sentirse amados, integrados y comprendidos.

También se les puede apoyar diseñando un presupuesto, así como practicar los pasos a seguir para buscar un trabajo, aspectos muy importantes para llegar a la adultez mejor preparados.

Lo ideal es que se pudiera detectar el trastorno desde temprana edad para aprovechar el desarrollo natural del niño y que todas las estrategias que se implementen les sea mas fácil adaptarlas a sus hábitos y su cotidianeidad, pero si se da el caso de que se les detecte y diagnostique en la adolescencia o cuando se es adulto, el reto se torna mas complicado, pero no imposible por que nos podemos apoyar de estas herramientas y de un adecuado acompañamiento ya que se trata que la persona se haga cargo de su condición de vida para evitar depender de un tercero y así logren su autonomía, no para estar bien, si no para vivir mejor.